domingo, 12 de octubre de 2014

Burel, revitalizando la lana en Portugal


El trabajo de la lana es una de las muchas tradiciones artesanales de Portugal. Aunque hay muchos establecimientos con décadas e incluso siglos de historia, hoy os traigo una tienda que debéis visitar si viajáis a Lisboa: Loja da Burel, que comercializa los coloridos productos de Burel Factory. Lo bonito de esta firma es que, además de vender en distintas tiendas de Portugal, también ofrece la posibilidad de visitar la fábrica, que está en plena serra da Estrela, muy cerca del museo de la Lana y de otras fábricas que aún siguen en funcionamiento. Los propietarios de Burel decidieron recuperar una de esas viejas instalaciones, conservando la maquinaria primitiva, y reinterpretar la tradición lanera portuguesa. El valor de la tradición está tan presente en la marca que incluso contrataron a los antiguos empleados como maestros de las nuevas generaciones que trabajan para Burel.

Bolsos y complementos


La materia prima es la lana de primera calidad, tintada en una amplia variedad de llamativos colores. El catálogo desarrollado por el equipo creativo de la empresa incluye todo un universo de ropa de hogar, accesorios de moda y muebles auxiliares sencillos pero cargados de personalidad.

La tienda que la empresa tiene en Lisboa, en pleno corazón del barrio de Chiado (muy cerquita del archiconocido Cafe Brasileira, en el número 15 de rua Serpa Pinto), está distribuida en dos plantas. En el piso superior, algo de mobiliario, bolsos, gorros, carteras e infinidad de complementos. Nada más llegar a la planta inferior, un antiguo telar perfectamente conservado es la antesala del auténtico paraíso: decenas de telas al metro y una buena muestra de sus mantas, de diferentes tamaños y densidades.

Loja da Burel

Loja da Burel
Extraída de la página de Facebook de Burel Manteigas

Aunque tuve menos tiempo del que me hubiera gustado para ver, tocar y estudiar la tienda, hay dos productos que definen el espíritu de Burel. El primero y más importante, las mantas de lana y el segundo, los simpáticos taburetes - oveja (porque parecen una oveja, ¿no?).

Mi presupuesto era bastante limitado, por lo que solo pude comprar una manta 100% lana  de color coral, en tamaño 240 x 180 centímetros (cerca de 90 euros, el modelo que se ve en la fotografía inferior). La visita, además, resultó muy inspiradora: salí de allí con mil ideas DIY para probar en casa.

Loja da Burel
Extraída de la galería de la web de Burel Factory
Salí de allí contentísima, con mi manta y dándole vueltas a cómo hacer un montón de cosas, pero preferí seguir paseando un par de horas más por Chiado y el barrio Alto antes de volver al hotel. En Lisboa, en pleno mes de julio, el calor llega a ser asfixiante, más aún si llevas bajo el brazo una manta de lana que, además, pesa lo suyo. Así que no cometáis el mismo error que yo: buscad un ratito a última hora del día y evitad pasear por la ciudad con vuestro tesoro de Loja da Burel.

Pronto habrá más visitas recomendadas para un viaje a Lisboa. Mientras, os dejo las direcciones web en las que podréis descubrir más cosas de Burel:

martes, 1 de julio de 2014

Estrellas que brillan con luz propia



¿Cuántas veces habrás repineado mientras decías: "mañana hago uno igualito"? Sin embargo, a mí lo que me gusta es hacer mi propia versión de las ideas que decido llevar a cabo. Es más, muchas veces busco imágenes a partir de un concepto o un estilo, reviso los resultados, repineo lo que considero y abordo un DIY que recoge esas pinceladas de estilo pero que nada tiene que ver con lo visto en la red. El post de hoy es precisamente uno de esos proyectos.

Desde hace tiempo, Pinterest está plagado de cojines de todas las formas, buenas ideas de regalo muy sencillas de realizar. Y hace unos días decidí hacer mis propios cojines con forma de estrella. Había visto las siguientes propuestas:


Imagen e idea vistas aquí
Y también esta otra:

Imagen e idea vistas aquí

A partir de ahí, elegí dos telas combinadas, en azul y blanco, una de ellas con un estampado similar al de la primera imagen. En cambio, preferí no darles tanto volumen y diseñar el patrón a mano alzada, para darle un aire más artesanal. 




¿Qué os parece el resultado?



miércoles, 28 de mayo de 2014

Delantal con mensaje DIY

Delantal bordado

Sí, los delantales son baratos, pero este es un proyecto de esos de los que te encaprichas en cuanto se te ocurre y no puedes evitar ponerte manos a la obra. Una tarde decidí que el mejor regalo para un cocinero en ciernes es su primer delantal, y no pude evitar decantarme por el DIY. Os explico cómo hacerlo.

MATERIALES:

- Un trozo de tela de 94x68 centímetros (para un delantal de 90 centímetros de largo y 60 de ancho)
- 4,40 metros de bies.
- Hilo rojo
- Hilo de mouliné para el bordado (amarillo y gris, en este caso)
- Tijeras, tiza, aguja, alfileres, etc.

PROCEDIMIENTO:

Lo primero es recortar el tejido para dar forma a las sisas. Para que nos resulte más fácil, doblamos el alto de la tela a la mitad (así cortaremos ambos lados del delantal de una sola vez). En cuanto al corte, yo lo hice a ojo, calculando que el "peto" del delantal debe tener un ancho de 25 centímetros. Como se aprecia en la imagen, dejé también un margen amplio para rematar cada lateral del delantal (se ve el piquete marcado con tiza azul):


Ahora solo tenemos que hacer el dobladillo en los laterales y el bajo del delantal y rematar con biés el borde superior del "peto", de unos 25-26 centímetros. Las sisas las dejamos para el siguiente paso, en el que coseremos todo el biés sobrante (4,14 centímetros).

El biés nos servirá para atar el delantal al cuello, rematar la parte de las sisas y lograr los cabos para atar el delantal en la cintura en una sola costura y sin cortar en ningún momento la tira de biés. Para situarlo, comenzamos desde la mitad del largo total, que será la parte que quede en la nuca. A partir de ahí, vamos colocando el biés: primero dejamos 68 centímetros libres (34 a cada lado) para crear la cinta que pasa por el cuello y el escote.  Continuamos situando el biés en ambas sisas y, una vez hecho esto, nos sobrarán 140 centímetros de biés en cada lado, que serán los cabos con los que ataremos el delantal en la cintura.Cosemos el biés (los cabos y la parte del cuello y el escote, entre sí; la parte de las sisas, rematando el tejido) y tenemos el delantal listo. Si os fijáis, la cinta de la cintura es lo suficientemente larga como para cruzarla en la espalda y volverla adelante. El delantal será más práctico si podemos engancharle un paño de cocina para tener a mano. 

Después, sólo falta la personalización del delantal. Un truco para que el motivo os quede mejor es imprimir el diseño en papel, calcarlo con un lápiz a papel cebolla y, de ahí, transferirlo al tejido. Yo he preferido bordarlo a mano, con hilo de mouliné, para que el resultado fuera más artesanal. ¿Qué os parece el resultado?



miércoles, 21 de mayo de 2014

La orquídea, mi planta favorita


Orquídeas sin flor

¿A quién no le gustan las flores? Aunque el cuidado y mantenimiento de las plantas no es mi fuerte, tengo gran debilidad por las orquídeas. Las orquídeas me fascinan por su sensibilidad: un mínimo cambio de luz o humedad puede echar a perder toda su belleza. Además, sus flores son tan coloridas y tienen una forma tan compleja que te puedes quedar absorta observándolas. Y como si fueran conscientes de ello, las orquídeas jamás dejan que sus flores se marchiten: una a una se van desprendiendo, con ligereza y suavidad, conservando su aspecto intacto.

Una vez han perdido las flores las orquídeas siguen desbordando perfección, con esa figura tan estilizada que las caracteriza, marcada por las hojas largas y rectilíneas y rematada por el nido de raíces que tanto necesita lucir. Además, la orquídea es una planta excepcionalmente caprichosa por dos motivos: necesita muchísima luz pero le perjudica la exposición directa al sol y no te regala una floración a menos que haya pasado el periodo de letargo en condiciones idóneas y bajo cuidados minuciosos. 

¿Difícil de mantener? Sí, pero precisamente esa es la gracia de las orquídeas: si quieres tener una, debes dedicarle tiempo y paciencia si quieres mantenerla con flores. Un reto que a mí se me resiste. Aun así, hoy os explico cómo trasplantar con éxito una de estas maravillas, bien porque las raíces no tengan más espacio dentro del tiesto o porque el sustrato haya perdido todos sus nutrientes.


Cómo trasplantar una orquídea
Necesitamos: 

-Tiesto transparente del tamaño apropiado (si las raíces sobresalen del tiesto original, debemos buscar uno de mayor tamaño).
-Substrato de orquídeas
-Fertilizante para orquídeas

Es importante que los productos sean específicos para orquídeas, puesto que un fertilizante o un substrato común contiene sustancias tóxicas para esta variedad. En cuanto al tiesto, la mayoría de las orquídeas necesitan recibir luz en las raíces para su correcto desarrollo, por lo que no podemos utilizar un tiesto opaco.




Proceso:

Para comenzar, extraeremos la planta del tiesto original y trataremos de eliminar los restos del sustrato viejo y saneamos la base cortando, con cuidado, las raíces secas (las que tengan un color amarillo o blanco y estén arrugadas). Cuando hayamos terminado, colocamos una base de sustrato nuevo en el tiesto que vamos a utilizar y situamos la planta sobre esa base, con cuidado de dejarla bien centrada. Rellenamos el tiesto con más sustrato y sólo nos queda preparar el agua de riego con la proporción de fertilizante que indique el envase y regar con normalidad, con cuidado de no ahogar demasiado la planta. 


¿Os gustan las orquídeas? ¿Qué consejos de cuidado me recomendáis?

jueves, 15 de mayo de 2014

¿Te animas con un amigurumi de Peppa Pig?

¿A qué niño no le gusta Peppa Pig? Estos dibujos animados se han convertido en todo un fenómeno que va más allá de la pantalla de la televisión. Tanto los niños como las niñas disfrutan viendo las aventuras de esta entrañable cerdita, aprenden el valor de la amistad y la importancia de la familia. Y como no hay infante al que no haya conquistado la pequeña Peppa Pig, hoy os enseño el último amigurumi que tejí.

Amigurumi Peppa Pig


En cuanto al patrón, yo seguí las instrucciones de Cinciut, una tejedora que en ocasiones comparte patrones gratuitos a través de internet, entre ellos el de Peppa. La única pega es que está en inglés. Este es su perfil de DeviantArt y aquí están los enlaces al patrón.



¡Todas a crochetear!

martes, 22 de abril de 2014

Ideas en fieltro: botines infantiles

Botines fieltro

Vaya por delante que no me gusta demasiado trabajar con fieltro, lo considero el "hermano tonto" de la tela tradicional. Es más barato y más fácil de tratar, pero generalmente el resultado es más basto y no es apropiado, ni mucho menos, para cualquier prenda u objeto que queramos crear. Dando por hecho que es una buena opción para crear aplicaciones y broches, me ha costado encontrarle el gusto. Por eso últimamente me he esforzado en descubrir el potencial de este material con resultados sorprendentes. Primera lección: si quieres sorprender con un objeto de fieltro, busca la creatividad en el fieltro grueso.

Y hoy, precisamente, os enseño los botines infantiles que cosí para regalarle a mi sobrina el Domingo de Ramos. Como no necesita remates, apenas lleva tiempo. La idea y el patrón, una vez más, llevan la  firma de Astrid Le Provost; están extraídos del libro Moda y complementos para tu bebé. Yo lo compré en FNAC, pero lo podéis encontrar en cualquier librería que tenga una sección específica de manualidades.

Coser fieltro grueso

Una vez cortados los patrones, tan solo hay que ensamblar las piezas con cuidado, siguiendo las instrucciones del patrón. Con la aguja y la tensión adecuadas podréis coserlo a máquina, pero os recomiendo que utilicéis doble hilo superior, quedará mucho mejor. Como me gustan los retos, yo preferí dar todas las puntadas a mano, con hilo de mouliné fucsia y aguja de tapicero (la misma que se utiliza para coser piezas de lana, pero con punta afilada).

Una vez montados los botines, solo queda coser los botones y abrir los ojales. No estoy segura de que el fieltro aguante sin abrirse, así que preferí asegurar el ojal con la máquina de coser. Si os animáis, os recomiendo hacer el ojal antes de montar cada botín, os resultará más cómodo. ¿Quién se anima a intentarlo?

miércoles, 9 de abril de 2014

Un tocadiscos vintage en mi salón

tocadiscos holiday serie oro

Hoy os enseño una de las últimas incorporaciones al mobiliario de casa. Tiene algo de DIY, una pizca de paciencia, un generoso toque vintage y está bastante cargado de historia. Hoy os cuento el rescate y recuperación de uno de esos tocadiscos por los que suspiraban nuestros padres.

Cuando era pequeñita, mi padre lo guardaba como oro en paño. Aunque para entonces escuchábamos  a Enrique y Ana o a Parchís en las modernas cintas de cassette, este tocadiscos todavía sonaba con los últimos vinilos que entraron en casa. Llegaron los equipos de música, con platos que reproducían un sonido considerablemente mejor, y condenó al olvido al viejo tocadiscos. Un buen día, no recuerdo cuándo ni por qué, dejó de estar allí. Nunca más lo vi, hasta que hace un par de años que mi padre me lo enseñó, sucio, destartalado y abandonado junto a un montón de cajas y objetos familiares fuera de uso que fueron a parar a ese mismo lugar. No pude evitar sacarlo de allí y cargarlo en el coche, sin saber bien qué demonios hacer con él.

Lo tuve un tiempo guardado en el trastero y después lo coloqué en la última balda de una estantería. Necesitaba una restauración completa y yo no sabía ni por dónde empezar. Así que me acerqué a una feria de antigüedades y por fin encontré a un restaurador que aceptó el reto. Pensé que me iba a echar para atrás el precio, pero no: fueron los 70 euros mejor gastados en mucho tiempo. Cinco meses después, el tocadiscos volvió a casa con un aspecto renovado.

Si vais a recuperar una pieza similar, estas son las mejoras que tiene el tocadiscos:

-Eliminación de la carcoma y aplicación de tratamiento preventivo.
-Desmontaje y limpieza de las distintas piezas.
-Renovación de embellecedores metálicos.
-Limpieza de las piezas textiles (con productos químicos específicos).
-Renovación del cableado
-Labores de carpintería: encargo de cuatro patas a medida (las originales se han perdido).

Ahora, el tocadiscos de mi padre hace las veces de mesa auxiliar en el salón. ¡Y funciona! Pero su papel en casa es otro. Ya sabéis como son los objetos cargados de historia: los colocas frente a una pared vacía y son la memoria y los buenos recuerdos los que la llenan.

tocadiscos holiday serie oro

¿Qué os ha parecido? ¿Qué nuevo uso le daríais a este tocadiscos?

jueves, 3 de abril de 2014

El día que descubrí los sobornos DIY

El otro día os enseñaba una capa de baño para bebé que cosí para Marta, la pequeña de la familia. Hace tiempo también dediqué una entrada a las bailarinasla ropita y los complementos que le hice cuando nació. Y hoy, para completar la serie, os muestro la canastilla al completo.

Lo cierto es que el nacimiento de Marta fue un desafío DIY para mí. Estaba empeñada en ser la madrina de la niña y tenía grandes competidoras a batir: la criatura tiene muchas tías y todas ellas con muchas ganas de mimar hasta la saciedad a la primera niña de su generación. Por eso mi canastilla-soborno tenía que ser espectacular o, al menos, parecerlo. Dos meses, muchas horas, millones de puntadas y unos cuantos errores con sus respectivos remiendos después este fue el resultado:

Regalo de nacimiento


La cesta fue lo único que no llevó el sello DIY. Además de todo lo que os he ido mostrando, también le preparé un juguete de ganchillo. El patrón gratuito se puede descargar en la web de Lion Brand. Si os fijáis, el mástil del juguete es demasiado grande: aproveché un ovillo verde que tenía para hacerlo y, al no ser lana del mismo grosor, rompí las proporciones. Si probáis a hacerlo, utilizad lanas de gama similar y una aguja de ganchillo apropiada. Es laborioso, pero el patrón es sencillo y está muy bien explicado.


Juguete a ganchillo

Como todos los DIY, merece la pena la dedicación por la satisfacción de ver el resultado final. Pero en esta ocasión la mayor recompensa es ver a la peque pasear con el vestido o dándole vueltas al juguete, pasándolo de una mano a otra mientras lo sigue con la mirada: está descubriendo el mundo, riendo y disfrutando con un buen puñado de lanas y tejidos que trabajé antes de cruzarme por primera vez con esos ojitos azules que escudriñan todo lo que se mueve alrededor.

Y sí, el soborno funcionó; soy madrina de la simpática rubia de ojos azules que siempre tiene una carcajada que regalar a cualquier monería que le hagas. ¡Animaos y sobornad a futuros papis! El DIY es una apuesta segura ;)

jueves, 27 de marzo de 2014

Toalla infantil DIY, un buen regalo para un recién nacido

¡Lo que me cuesta encontrar el momento para actualizar el blog! Pero ahí vamos con una idea muy fácil y rápida para los peques de la casa: una capa de baño para bebés.


Necesitamos:

-90 centímetros de algodón rizado (tela de toalla, para entendernos)
-3,30 metros de bies
-30 centímetros de tela estampada, preferiblemente algodón.
-Tijeras, cinta métrica, tiza, hilo y aguja

Elaboración:

1. Lo primero es cortar el algodón rizado logrando un cuadrado de 90x90 centímetros. Los tejidos suelen tener un ancho de 120 centímetros, así que aprovechamos el sobrante para la capucha
2. La capucha lleva dos capas: una de tela estampada, que quedará visible, y otra interior de algodón rizado, para que la cabecita seque rápido. Así que cogemos el algodón rizado sobrante y dibujamos con la tiza un ángulo recto de 30x30 centímetros. Unimos los dos extremos y tendremos la primera capa de la capucha, que utilizaremos como plantilla para cortar una pieza exactamente igual en la tela estampada.
3. Unimos las dos piezas de la capucha, las situamos en una de las esquinas de la toalla y cosemos las tres capas.
4. Cosemos el bies. Al llegar a la zona de la capucha quizás nos cueste un poco más por el grosor. Un truco es recortar la tela que sobra más allá de la costura que hemos hecho en el paso anterior. En cualquier caso, una buena máquina de coser puede con eso y más. 

Como veis, en un periquete podéis hacer una bonita capa de baño para bebé. La que os enseño es sencilla, con algodón blanco, pero en cualquier tienda de telas encontraréis una amplísima variedad de colores, a gusto de todos los papis. 

¡Espero que os haya gustado!

jueves, 27 de febrero de 2014

Mollie Crea, la edición española de Mollie Makes

Leer, informarse, documentarse e inspirarse. Esas son las cuatro ventajas de descubrir y explorar la infinidad de blogs disponibles en la red y también los libros y publicaciones que encontramos en librerías, kioscos y tiendas especializadas. Sin esa ingente cantidad de información, el renacer del punto o la costura no se habría producido.

Os cuento esto porque este mes hemos sabido que Mollie Makes, una de las revistas sobre técnicas hand made más vendidas, por fin tiene versión en castellano. En febrero publicaron el primer número, casi sin hacer ruido. La noticia corrió como la pólvora...¡y los ejemplares también! Encontrar la primera hornada de Mollie Crea requirió una docena de radares que, al final, dieron sus frutos. Hace unos días, por fin pude disfrutar de la lectura tranquila de este primer número, que lleva en portada un proyecto para San Valentín.

El desembarco de Mollie Makes en España es una de las buenas noticias del año. Sin embargo, no todo van a ser flores: la edición en español tiene los mismos contenidos que la original, lo que para mí supone un fallo importante. El primer número de Mollie Crea tiene sello británico y, sin embargo, está dirigida a las craft adictas españolas. No parece una buena carta de presentación.

Lo positivo es que podemos descubrir patrones, proyectos, iniciativas, marcas y blogs que no conocemos sin necesidad de suscribirnos a la versión en inglés (una opción bastante repetida, a pesar del gasto que supone); lo negativo, que no prestan atención al resurgir de las técnicas artesanales en nuestro país...al menos por ahora.

Por todo ello, aplaudimos la decisión de publicar Mollie Makes en castellano pero criticamos la falta de contenidos propios para la edición en España. ¡¡Será por artesanas y blogueras en nuestro país!!
Aún así, seré sincera: ¡me requetegusta el número 1 de Mollie Crea y seguiré comprándola mes a mes!

Y a vosotras, ¿qué os ha parecido el primer número de Mollie Crea?

lunes, 24 de febrero de 2014

Puffs DIY a medida de las mesas Lack

Por fin he terminado un proyecto que llevaba tiempo maquinando sin que encontrara el momento de ponerme con ello. Aunque en el mercado hay infinidad de cojines y cubos reposapiés de todos los estilos, materiales, formas y colores, yo quería uno que se adaptara a la perfección al hueco que tienen las mesas Lack que venden en Ikea; no encontré ninguno que pudiera valer. Así que me puse manos a la obra y hoy os muestro el resultado:




Para elaborarlos utilicé los siguientes materiales:

- Tela de tapicería de doble ancho (90 centímetros de largo)
- Tijeras
- Escuadra y tiza
- Hilo acorde con el color de la tela
- Guata de fibra sintética (1 kilo, como mínimo, por cada uno de los pufs)
- Papel para el patrón, lápiz, alfiler y un trozo de cuerda fina.


PREPARACIÓN DE LOS PATRONES: Lo primero es hacer el patrón de la base de nuestro puff. Teniendo en cuenta el hueco disponible, debe tener un diámetro de 32-34 centímetros. He tenido tan mala pata que no encontré ninguna fuente, olla, plato u objeto circular que me sirviera de molde, así que recurrí al viejo truco del cordel. Corté un trozo de cuerda de 17 centímetros (es lo que mide el radio de la circunferencia); en uno de los extremos fijé un lápiz y, en el otro, un alfiler; pinchas el alfiler y comienzas a dibujar la circunferencia en torno al alfiler. Aunque no quedó perfecta, el resultado fue más que digno.

Teniendo la base hecha, sabemos también lo que medirá el cuerpo del puf: será un rectángulo de 28 centímetros de alto (es la altura que nos permite el hueco de la mesa) y 106 centímetros de ancho (2x17x3,14). Llega el momento de cortar las piezas en el tejido.

CORTE DE LAS PIEZAS: Como queremos hacer dos puffs, necesitaremos 4 bases y dos cuerpos. Para los cuerpos vamos a aprovechar el ancho de la tela; podemos doblarla en el sentido contrario y así aprovechar el corte para las dos piezas. Medimos con la escuadra y dibujamos, con la ayuda de la tiza, el rectángulo de 28cm x 106cm. Recortamos, dejando al menos un centímetro de margen de costura.
Para cortar las bases, fijamos el patrón con alfileres y recortamos, dejando siempre un margen de al menos un centímetro para coser. En este proyecto concreto, decidí utilizar las tijeras en zigzag para cortar todas las piezas. La principal ventaja de utilizar estas tijeras es que es más difícil que el tejido se deshilache al trabajar con él.

ENSAMBLAR Y COSER: Llega el momento de fijar las piezas entre sí. La regla de oro que nunca debemos olvidar es que siempre deben estar enfrentadas las caras "buenas" del tejido, es decir, que ensamblamos las piezas cara con cara para que las costuras queden ocultas una vez terminado el puf. Es normal que aparezcan algunos fruncidos en la tela, puesto que es de base circular. Un consejo personal es que fijéis primero las piezas con alfileres para rectificar si es necesario. Cosemos las piezas (cada una de las bases al cuerpo y los extremos del cuerpo entre sí), dejando una pequeña abertura por la que daremos la vuelta al puff (para que la cara "buena" del tejido quede hacia afuera)

 RELLENAR Y REMATAR: La misma abertura que nos ha servido para darle la vuelta al tejido y conferir al puff su aspecto definitivo nos va a valer también para rellenarlo con guata de fibra sintética, el material que habitualmente se utiliza como relleno de almohadas o cojines. Suelen venderlo en colchonerías, en bolsas de medio kilo o un kilo, y nos sirve para infinidad de proyectos DIY. Para cada nuestros puffs necesitaremos al menos un kilo de guata, aunque depende del gusto de cada uno; a medida que rellenamos y comprimimos la guata, el puff admite más y más. Cuanta más guata lleve, mayor firmeza. Cuando esté a nuestro gusto, cerramos la abertura con hilo y aguja (o máquina de coser) y ya tenemos nuestro puff.

¿Qué os parece el resultado?

viernes, 7 de febrero de 2014

Click clack...¡que fluya la creatividad!


¿Nunca habéis tenido ansiedad por craftear? A mí me pasa muy frecuentemente: me paso todo el día con la cabeza en ebullición, fabricando ideas a toda velocidad, repasando mentalmente si tengo todo lo necesario para llevarlas a cabo; organizo proyectos, por orden de prioridad, y cuento los minutos que quedan para llegar a casa y ponerme manos a la obra (o a la aguja, la máquina o las tijeras, más bien). Hoy ha sido uno de esos días y el saldo es más que positivo. Además de una veintena (o más) de proyectos handmade pendientes, ya en el desayuno decidí que hoy por fin estrenaría la última máquina que he incorporado a mi colección de cachivaches: una etiquetadora de Artemio.


No es nueva mi facilidad para acumular herramientas sin estrenar en el armario, pero a esta le tenía muchas ganas por lo práctica que es. El funcionamiento es sencillo: trae dos discos, uno para mayúsculas y otro para minúsculas. Tras colocar la cinta adecuadamente, giras el disco hasta que la letra deseada quede en la posición correcta y, mediante presión mecánica, se graba la letra en la cinta.

En realidad, estos aparatos existen desde hace años. Son la versión clásica de las etiquetadoras Dymo, que incorporaron la tinta, las pilas y la pantalla al invento, abrieron la posibilidad de corregir antes de imprimir y, por tanto, no resultan atractivas para una craftadicta como yo. La posibilidad de cometer un error y la concepción de ese error como parte esencial del objeto final es una norma básica de cualquier técnica, herramienta u objeto hecho de forma artesanal. ¡¡Por eso me gusta esta etiquetadora!!

Hasta ahora utilizaba una imprentilla que compré hace años en MUJI para plasmar mensajes sobre papel, principalmente. Con mi nueva etiquetadora, ¡¡se amplía mucho el horizonte de posibilidades!! Y tengo que darle las gracias a mi hermana pequeña, que acertó al elegir este regalo en la última edición del herman@-cuñad@ invisible que organizamos cada año para el día de Reyes. No sólo supo acertar, sino que además hizo alarde de su vena craft (es una pasión compartida) y decoró esta caja para mí:


La caja ya está repleta de cintas, washi tapes, troqueladoras, tijeras, sellos y pegatinas. Y hoy, oficialmente, he estrenado la etiquetadora con un objetivo claro: bautizar y personalizar la libreta Moleskine en la que voy guardando los proyectos pendientes, las medidas de los patrones de costura y los pasos de las recetas que me gustan. Desde hoy es mi particular FÁBRICA DE IDEAS.

¡Que fluya la creatividad!

martes, 4 de febrero de 2014

Receta de cookies americanas

cookies

Con lo patosa que soy en la cocina, quién me iba a decir que llegaría el día de compartir recetas en el blog. Hoy me estreno con las galletas de mantequilla y chips de chocolate, las clásicas cookies americanas, que tienen un sabor irresistible. Después de muuuchos intentos, conseguí dar con una receta asequible para cucharas torpes.


galletas con chocolate - ingredientes
Vamos con los ingredientes:

- 220 gramos de harina
- Medio sobre de levadura (una cucharada)
- 90 gramos de azúcar moreno
- 50 gramos de azúcar blanco (se pueden sustituir 10 gramos por azúcar con aroma a vainilla)
- Chips de chocolate, al gusto
- 100 gramos de mantequilla
- 1 huevo



Y, ahora, la receta paso a paso:

1. Derretimos la mantequilla a punto pomada, es decir, medio líquida medio sólida (con trocitos, para entendernos). Para lograrlo, la troceamos en partes iguales y la calentamos en el microondas a media potencia durante 40-50 segundos.

2. Añadimos los dos tipos de azúcar, mezclando bien los ingredientes.

3. Batimos el huevo y lo incorporamos al azúcar y la mantequilla, ligando bien la mezcla.

4. Tamizamos la harina y la levadura sobre la mezcla, poco a poco, para que la masa vaya cogiendo consistencia. Al principio podremos utilizar una cuchara, pero tendremos que terminar de amasar con las manos. La masa debe quedar compacta, de manera que podamos manejarla con las manos sin que se queden restos entre los dedos. Si vemos que la masa no está compacta, añadimos algo más de harina, poco a poco, hasta que tenga la consistencia deseada.

5. Añadimos las chips de chocolate, distribuyéndolas bien en la masa. En cuanto a la cantidad, depende del gusto de cada una; yo suelo echar alrededor de 80 - 100 gramos.

6. Envolvemos la masa en film transparente o la introducimos en una bolsa de congelación y la dejamos reposar durante, al menos, una hora y media en la nevera. Este paso es muy importante, puesto que al refrigerar la masa se endurece, la mantequilla se solidifica y evitamos así que las galletas se desparramen al hornear.


7. Precalentamos el horno a 200º y sacamos la masa de la nevera. Hacemos bolas del tamaño de un albaricoque y las distribuimos en la bandeja del horno, aplastándolas ligeramente en la parte superior. Horneamos durante 8-10 minutos, hasta que veamos que las galletas están ligeramente doradas. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar, con cuidado de no romperlas (mientras estén calientes estarán algo blanditas). ¡Y listas para comer!

¿Qué os ha parecido? ¿Os gustan las galletas de chocolate?







miércoles, 15 de enero de 2014

Un PAC MAN en tu nevera

Dibujar con cuentas hama bead o pyssla

Ser adicta al craft, al "hazlo tú mismo", al "do it yourself" o al universo craft (llámalo X) tiene también sus inconvenientes. El principal es que la acumulación de trastos, artilugios y materiales es inversamente proporcional al tiempo que tienes para utilizarlos o darles forma. Sin embargo, el día que por fin sacas partido a tu inversión y materializas un proyecto que siempre quisiste hacer, la satisfacción es mayúscula. Eso me sucedió hace unos días, cuando por fin utilicé las cuentas Pyssla de Ikea (una versión de Hama Beads) para hacer unos imanes de nevera sencillitos y divertidos, después de ver el bote durante meses esperando en el armario.

¿Alguna vez habéis crafteado con los originales Hama Bead o con Pyssla? Soy una auténtica novata en la materia y creo que si el dibujo se hace al detalle es una tarea muy laboriosa. Primero hay que hacer el diseño, cuenta a cuenta, sobre la base de clavijas más apropiada para el modelo que tengamos entre manos; si la imagen que queremos obtener tiene forma circular, utilizar una placa cuadrada supondría un desastre absoluto. No sé vosotras, pero a mí me resulta más fácil ir colocando las cuentas con unas pinzas (mucho más precisas que mis dedos).

Una vez tenemos el diseño, llega la hora de aplicar calor para que las cuentas se fundan parcialmente y, de esta forma, queden unidas. Entre la plancha y el diseño debemos colocar una hoja de papel de planchado. Después, dejamos enfriar unos minutos y separamos la pieza de la base de clavijas.


Una vez tuve las piezas, pegué los imanes con cola y ¡voilá! El comecocos imantado para la nevera quedó listo. Como se trata de un regalo, fijé con cinta adhesiva cada uno de los imanes sobre un cartón azul, simulando una escena del clásico PAC MAN, y envolví el conjunto con un papel chulo. ¿Qué os ha parecido? ¿Qué proyectos habéis hecho vosotras con cuentas de este tipo?





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